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martes, 9 de septiembre de 2014

Adapta tus recetas para quitarles calorías

¡Las delicias que encuentras ahí en la cocina! Me he topado con ideas increíbles que muero por probar todas las noches, pero claro… yo vivo a dieta.

¿Cómo adaptar esas recetas para que no arruinar mi esfuerzo del día pero tampoco quedarme con el antojo? Chequeen lo que he aprendido en estos meses de dieta:


Muchas de las cosas que se cocinan en la estufa o en el horno necesitan algo de grasa para darle sabor y que no se pegue la comida al sartén. Aquí está el primer cambio sutil que te ahorra montones de calorías: la cantidad que diga la receta, llévala a la mitad.

Pero vamos más allá… Sustituye todo el aceite por aceite de oliva, de coco o de aguacate. Y, dependiendo de la receta, checa si puedes eliminar el aceite del todo. Otro tip buenísimo para usar menos grasa es usar una brocha para cocinar, aplica el aceite sobre los alimentos que lo necesiten usándola y así no poner de más grasa en el sartén.

2. Si lleva salsa

Las salsas más deliciosas encierran millones de calorías… Nosotras podemos quitárselas si preparamos la salsa un día antes y la guardamos en el refrigerador. OK, yo sé que esto es un esfuerzo adicional, pero si ya están a dieta ya están acostumbradas a los esfuerzos…

La preparas un día antes y la guardas. Al día siguiente, por química elemental, la grasa de la salsa habrá subido a la superficie formando una capa dura que puedes retirar.

3. Cocina con huesos

Los condimentos como la salsa inglesa, la Maggi o el consomé de pollo en cubitos tienen cantidades enormes de sal. Evita usarlas al máximo y cuando puedas cocina tus sopas o salsas con los huesos de la comida para darle sabor sin tener que condimentarla con estos ingredientes. Y claro, una aprende a volverse fan de las especias...

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4. Sustituciones

A esto ya debes estar más que acostumbrada… cada vez que la receta lleve leche, usa leche con 0% grasa, crema light, splenda o stevia en lugar de azúcar, etc.

5. Postres

Si van a seguir una receta de postres no les recomiendo alterarla porque, por lo general, las cantidades y los ingredientes son los responsables de que se cosa bien y que agarre la forma y la textura que esperas. La clave aquí es cuidar las porciones.

6. Sartén antihaderente

Chicas, una de las herramientas más útiles a la hora de estar a dieta es un sartén antihaderente de los buenos, uno en el que puedan cocinar hasta un huevo sin usar aceite.

Úsenlo cada vez que puedan… También, en este viaje hacia la vida saludable, he descubierto otras herramientas para cocinar sin grasa, como una olla arrocera de Panasonic que funciona como un hornito y puedes preparar hasta pasteles en él, sin un gramo de grasa.


Y claro, estar a dieta no significa que vivamos sufriendo… si no se les antoja modificar la receta prepárenla como viene y sólo mídanse en las porciones. Podemos comer de todo, la clave es no comer demasiadas calorías extras de las que podemos quemar.

Agua de cáscara de piña para bajar de peso


La piña es deliciosa, y cuando hace calorcito se antoja mucho con chilito. Pero además de lo rica que es tiene muchas propiedades que ayudan a tu dieta.

El problema con la piña es que siempre que la parto siento que tengo que tirar la mitad en la cáscara, pero hace poco una usuaria nos comentó que esta también tiene muchas propiedades que pueden ayudar a nuestra dieta. Así que nos pusimos a investigar y resulta que la cáscara también es diurética, mejora tu digestión, reduce el colesterol, desinflama y ayuda a la quema de grasa del cuerpo.


La probamos por una semana y definitivamente podemos ver un cambio en el abultamiento del estómago. Una semana antes me había dado muchos permisos y me sentía un poco pesada e incluso letárgica, pero con esta bebida me sentí como si mi cuerpo se hubiera deshecho de todo lo extra que le metí.

Yo lo que hice fue preparar el agua, guardarla en una jarra y rellenar mi botella de un litro cada mañana para tomármela durante el día. La siguiente vez que la preparé le puse dos rajitas de canela y le dio muy buen sabor.

Para prepararla sólo tienes que hervir las cáscaras de la piña por 30 minutos a fuego medio con la olla tapada, colar y dejar enfriar (asegúrate de que esté muy bien lavada).

Si te unes al reto cuéntanos qué tal te funcionó.

Té de jengibre para perder peso

El jengibre tiene más beneficios de los que te imaginas, y tomarlo en té ayuda a bajar de peso además de mantenerte sana. Antes de darte la receta te vamos a decir todas las maneras en las que este té va a mejorar tu salud.

1. Nuevos estudios han demostrado que el jengibre ayuda a prevenir y combatir el cáncer, especialmente el de ovario.

2. Si padeces del síndrome de intestino irritable el jengibre te ayuda a aliviar los síntomas.

3. También ayuda a prevenir la pérdida de células cerebrales que provoca el Alzheimer.


¿Cómo me ayuda a bajar de peso?

1. Ayuda a digerir mejor la comida si lo tomas antes de cada alimento. Estimula los jugos gástricos para que todo pase más rápido y no se fermente en tu tracto digestivo.

2. Funciona como un quemador de grasa natural. Tomar jengibre ayuda a que el peso que pierdas sea de grasa y no simplemente agua.

3. Te ayuda a sentirte más llena.

4. Ayuda a manejar los niveles de glucosa. Esto no sólo te permite bajar de peso, también te mantiene más despierta durante el día.

5. Disminuye la inflamación y el gas para que tu abdomen se vea más plano casi instantáneamente.

6. Mejora tu metabolismo.

Por si fuera poco, como el jengibre mejora tu circulación también le da un empujón a tu vida sexual.

Cómo preparar el té

Puedes comprar el jengibre natural en el súper. Lávalo bien para quitarle toda la tierra y pélalo si lo deseas (si está bien lavado puedes dejarlo sin pelar). 100 gramos de jengibre te rinden para aproximadamente 3 tazas de agua (si te parece muy fuerte el sabor lo puedes diluir después).

Una vez que esté limpio pica o ralla el jengibre. Hierve las tres tazas de agua y agrega una cucharada de lo que picaste. Reduce el fuego para que no burbujee y déjalo reposar por 15 minutos. Apaga la flama, espera otros 5 minutos y usa un colador para quitar los pedacitos antes de servir.

El té se puede tomar caliente o frío y lo puedes guardar en el refrigerador hasta por tres días. Te recomiendo tomar un vasito de agua antes de cada comida o, si es demasiado para ti, con el desayuno. Vuélvelo parte de tu rutina, le puedes agregar limón y un poquito de miel de abeja si lo deseas.

Como tips extra, también reduce los cólicos menstruales.

martes, 26 de agosto de 2014

Que son los nutrientes?



Los nutrientes son unas sustancias contenidas en los alimentos que contribuyen al crecimiento y funcionamiento del cuerpo humano.

Se clasifican según la cantidad en que se encuentran en los alimentos y la cantidad requerida por el cuerpo humano: macronutrientes (mucha cantidad) y micronutrientes (pequeñas cantidades).

Están también los oligoelementos que son minerales contenidos en mínimas cantidades como zinc, selenio y cobre, entre otros.


Recientemente se han incorporado a la nutrición unas sustancias que no son nutrientes pero que algunos investigadores les atribuyen funciones protectoras de la salud; ellas son los fitoquímicos y zooquímicos, según se encuentren en alimentos de origen vegetal o animal respectivamente.

Los alimentos que contienen estas sustancias y que pudieran tener papel protector de la salud son los llamados alimentos funcionales como el vino tinto, el yogurt, las coles y el tomate, entre otros.

¿Todos los nutrientes tienen calorías?

No, sólo los llamados macronutrientes y se llaman así porque existen en los alimentos en mucha cantidad o el organismo los requiere o necesita en grandes cantidades y son los siguientes:  Carbohidratos - Grasas - Proteínas
              
Algunas excepciones

- El colesterol y la fibra dietética son grasas y carbohidratos, pero no aportan calorías.

- El agua es una sustancia abundante y esencial para la vida y tampoco aporta calorías.

- El calcio, aunque es un mineral y todos los minerales están en el grupo de micronutrientes, está contenido en grandes cantidades en el cuerpo.

¿Cuáles son los nutrientes que no engordan?

Las vitaminas y los minerales; ellos existen en cantidades mínimas en los alimentos y no aportan calorías; pero igualmente son requeridos por el organismo en pequeñas cantidades.


Su deficiencia produce enfermedades como la anemia, que casi siempre es por falta de hierro y el bocio por falta de yodo, entre otras.

El Equilibrio en la Dieta




El exceso, la comida rápida, y el no tener una dieta variada que a la vez sea equilibrada son factores de una mala alimentación que se traduce en sobrepeso y obesidad.

De esta forma, es fundamental conocer ciertos principios básicos para tener una dieta balanceada y tratar de seguirla, pues así se evitarían esos kilos de más que tanto molestan.

La fibra es fundamental para el desarrollo de las funciones de nuestro organismo, especialmente las digestivas, que son las que ayudan a que eliminemos toxinas y calorías; además combate la formación y acumulación de grasa. Para incluir fibra en la alimentación diaria, es necesario comer legumbres, papas, cereales y pan.


Evidentemente, las grasas son uno de los enemigos de una nutrición sana y se sabe que son el factor clave en el desarrollo de la obesidad, de manera que se recomienda eliminarlas lo más posible, sin que esto quiera decir que cierta cantidad de grasa es necesaria para nuestro cuerpo, recordemos que el equilibrio es lo fundamental. Para bajar la presencia de las grasa al mínimo, se recomienda que se coma menos fritos, y las comidas se preparen ya sea hervidas, al vapor o al horno.

Las frutas y los vegetales son altamente recomendados en una dieta balanceada porque no contienen mucha grasa y por el contrario, poseen un alto contenido de proteínas vegetales, las cuales nos ayudan a contrarrestar el desarrollo del colesterol dañino y se recomiendan más que las proteínas de origen animal.

Por otro lado, los lácteos, el aceite de oliva y el ejercicio constante y regular son aliados en combatir los kilos de más, nos mantienen en forma, pero además sanos.

Así, un ejemplo de una dieta balanceada sería:

 Desayuno Leche, yogur o queso fresco, cereales, pan, galletas y fruta.

 Merienda Una porción de pavo, jamón o atún acompañados de una ensalada.

 Almuerzo Pasta con tomate o pollo con lechuga, y fruta y yogur.

 Merienda Leche o yogur con cereales, pan con queso fresco y fruta.

 Cena Espinacas con pasas, pescado a la plancha con patatas o cebolla y un yogur.

Dieta de los cítricos para bajar de peso


Los cítricos refuerzan nuestras defensas, reducen el colesterol, favorecen la digestión y el tránsito intestinal gracias a la cantidad de fibra que nos aportan… Consumir cítricos es muy beneficioso para nuestra salud, por este motivo en una dieta sana y equilibrada no pueden faltar este tipo de frutas.


La dieta de los cítricos debe seguirse durante quince días en los que tendrás que cumplir el siguiente menú semanal:

Lunes

Para desayunar: Un zumo de naranja y pomelo y dos rebanadas de pan integra con un poquito de miel.
Para comer: Ensalada de berros, pechuga de pollo a la plancha aliñado con zumo de limón, un yogur desnatado y un kiwi.
Para merendar: Una infusión, un té o un café con leche desnatada.
Para cenar: Un filete de lomo a la plancha con ensalada de tomate y una mandarina.

Martes
Para desayunar: Un zumo de naranja y un café con leche desnatada con cereales.
Para comer: Un plato de espinacas o verduras, un filete a la plancha y una manzana rallada aderezada con el zumo de un pomelo.
Para merendar: Un kiwi
Para cenar: Pescado a la plancha y un yogur desnatado.

Miércoles

Para desayunar: Un zumo de naranja y pomelo, una infusión y una manzana.
Para comer: Puré de patatas con un huevo cocido y una naranja.
Para merendar: Macedonia de cítricos.
Para cenar: Caldo de verduras, un platito de arroz integral y un pomelo.

Jueves

Para desayunar: Un zumo de naranja, una ensalada de frutas y un yogur desnatado.
Para comer: Una ensalada de lechuga con atún al natural, pescado a la plancha y una fruta.
Para merendar: Una infusión y dos rebanadas de pan integral con queso fresco light.
Para cenar: Un filete a la plancha con ensalada de tomate, un yogur desnatado y una mandarina.

Viernes

Para desayunar: Un zumo de naranja, un café o un té y cereales.
Para comer: Una ensalada de berros y un filete de ternera desgrasada al horno o a la plancha.
Para merendar: Una porción de gelatina light.
Para cenar: Una ensalada de gambas, anillos de calamar hervidos y un kiwi.

Sábado

Para desayunar: Un zumo de naranja y limón con macedonia de frutas.
Para comer: Ensalada de remolacha y zanahoria, un platito de arroz integral y una manzana asada con un poquito de miel.
Para merendar: Una naranja y un kiwi.
Para cenar: Un tazón de caldo de verduras, y una ensalada de coliflor y tomate.

Domingo

Para desayunar: Un zumo de naranja, un café o un té y una rebanada de pan integral con queso fresco.
Para comer: Un plato de pasta aliñado con acetite de oliva.
Para merendar: Una porción de gelatina o una fruta.
Para cenar: Dos espárragos, merluza a la plancha con unas gotitas de limón y un kiwi.

Después de las dos semanas, es fundamental que no prolongues la dieta ya que a pesar de que te estés beneficiando de sus vitaminas y propiedades antioxidantes, este régimen es restrictivo en otros nutrientes necesarios para que tu cuerpo y tu organismo funcionen correctamente.


No obstante, para mantener el peso ideal y evitar el efecto rebote, después de la dieta es necesario que no descuides tu alimentación y dediques algo de tiempo a la semana a practicar ejercicio.



domingo, 17 de agosto de 2014

Cómo hidratarse durante el entrenamiento



El tema de la hidratación durante la realización de un entrenamiento o la práctica deportiva requiere una mención especial. Una correcta ingesta de líquidos es vital antes, durante y después del ejercicio:

Antes del ejercicio

Para llegar al mismo con un adecuado nivel de hidratación y prevenir molestias o patologías asociadas al bajo consumo de líquidos (estreñimiento, mucosas y piel seca e irritada, digestiones lentas, infecciones de orina, etcétera).

Durante el ejercicio

Para evitar la deshidratación provocada por la práctica del ejercicio, no únicamente por la sudoración, ya que también perdemos agua, por ejemplo, a través de la respiración. Si no controlamos los niveles de líquidos y electrolitos podemos tener bajo rendimiento, pérdida de reflejos, confusión mental, molestias musculares y digestivas, grave disminución de la capacidad de atención, calambres musculares, bajada de la tensión arterial, etcétera, pudiendo llegar a una situación crítica de shock.


Porque, a pesar de que durante el entrenamiento hayamos tomado agua con electrolitos o alguna bebida isotónica, no hay que esperar a tener la sensación de sed para beber, ya que entonces la deshidratación ronda el 5%. Estos datos son muy sencillos de comprobar a través del peso que pierde un deportista durante una competición donde no tenga posibilidad de beber. Por ejemplo, el piloto Fernando Alonso pierde varios kilos durante sus carreras. Estos kilogramos no son más que agua y electrolitos que debería intentar reponer cuanto antes.

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Hay otras cuestiones a tener en cuenta cuando hablamos de cómo debes hidratarte a la hora de entrenar. Por ejemplo, si el clima es muy caluroso y la temperatura muy elevada, conviene realizar el deporte a primera hora de la mañana o última de la tarde. Asimismo, es acertado pensar que la pérdida por sudor será todavía mayor en esas circunstancias.


Tampoco se debe realizar nunca ejercicio físico en ayunas, debido al riesgo de hipoglucemias, o inmediatamente después de una comida copiosa. En este caso, conviene esperar al menos dos horas para que el proceso de digestión esté finalizado.

Alimentación en deportistas aficionados

Para deportistas aficionados (no profesionales) que realizan práctica deportiva de forma regular y moderada, con una alimentación completa y saludable, todas sus RDA (Recomendaciones Dietéticas Aconsejadas) quedan cubiertas. Si bien es cierto que al realizar ejercicio físico las necesidades energéticas en primer término están aumentadas, el propio organismo las regulará con la sensación de hambre/saciedad.

Además, en muchos casos, la práctica del ejercicio es un consejo o recomendación sanitaria para colaborar en el plan de reducción de peso junto con una dieta personalizada e hipocalórica.

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No obstante, es aconsejable, tanto para la salud general como para el rendimiento deportivo en particular del deportista aficionado, que las grasas no superen el 30-33% del total calórico, dando una clara prioridad a los hidratos de carbono: sencillos o simples si estamos llegando a la fatiga, y complejos en nuestra alimentación diaria antes, durante y después de nuestros entrenamientos y sesiones.

Lo más acertado es tomar una cantidad de proteínas ajustada a nuestro peso y las características del deporte que practicamos. Sí es cierto que algunos ejercicios incrementan estas necesidades, pero la toma indiscriminada de suplementos proteicos, no está recomendada en ningún caso.


Además, a no ser que se padezca un déficit específico de algún nutriente, la suplementación vitamínica o mineral tampoco está indicada y no es necesaria, ya que no mejora el rendimiento y una dieta variada y adaptada es capaz de cubrir todas las necesidades, resultando más fisiológica, sensata y, desde luego, más barata.

El azucar engorda?

Por muchos años esta pregunta ha sido respondida con un sí, pero nuevos estudios indican que esto no es del todo cierto.

Una investigación realizada por las doctoras Carmen Gómez Candela y Samara Palma Milla de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz de Madrid ha develado las verdades y mitos sobre el azúcar y su relación con la obesidad, la salud y el ejercicio.

En el "Libro Blanco del Azúcar" se han recogido los resultados expuestos por estas doctoras que presentan el lado "dulce" de la ingesta de azucaradas comidas.

¿El azúcar engorda?

En el capítulo 11, llamado "Obesidad y azúcar: aliados o enemigos" se enfatiza en que a diferencia de lo que ocurre con la ingesta de grasa para la que se ha demostrado una fuerte correlación entre su consumo excesivo y el riesgo de sufrir de sobrepeso; la relación de comer alimentos que contengan azúcar y el incremento del peso corporal no es tan evidente.

Una de las afirmaciones con la que sustentan esto es que los azúcares, además del sabor dulce, añaden una amplia variedad de cualidades favorables a los alimentos, como su acción antimicrobiana, el gusto, aroma y textura, así como la viscosidad y consistencia, las cuales son generadoras de saciedad, lo que evita que se coma de más.

También aseguran que está en duda que las comidas dulces se conviertan en grasa porque para el cuerpo es energéticamente muy costoso y es difícil aumentar la masa grasa mediante un consumo excesivo de hidratos de carbono, es decir de azúcar.

Vale la pena tomar en cuenta sus apuntes sobre el empleo de endulzantes sin calorías como sustitutos de todo o parte del contenido en azúcares de las comidas y bebidas, lo cual ha tenido su máxima expansión en los últimos 35 años. En su libro, las profesionales de la salud indican que sustituir el azúcar por edulcorantes artificiales intensos, representa un ahorro calórico poco significativo, respecto al total de calorías diarias, y puede generar una falsa tranquilidad que favorezca la adopción de comportamientos contraproducentes, como consumir en exceso estos productos "bajos en calorías" y otros alimentos con un elevado aporte de grasa.

Señalan como un ejemplo de esto que a través de diversos estudios realizados en países como Australia y Reino Unido, se ha observado que cómo a pesar de haber un aumento del consumo de bebidas con 0% de calorías, con endulzantes artificiales, en detrimento de las azucaradas; no ha disminuido la incidencia ni prevalencia de la obesidad. En el libro a esto se le llama "paradoja australiana" y es uno de los puntos con los que defienden que no existe relación entre el consumo de azúcares y la aparición del sobrepeso en la población, sino que hay muchos otros factores que inciden en el aumento de peso como el sedentarismo.


Se podría decir que por sí sola la ingesta de azúcar no engorda, pero sí los alimentos dulces industrializados ricos en grasa y con una gran carga calórica.

Alimentos que aceleran a el metabolismo

Perder peso no es mágico. Hacerlo requiere de una buena rutina de ejercicios, descanso y una alimentación sana.

Algunas personas tienen la suerte de tener un metabolismo rápido, el cual les permite digerir velozmentente las comidas, no acumular grasas fácilmente y perder calorías.

Aunque esto no le ocurre a todo el mundo, hay una buena noticia: hay alimentos que ayudan a acelerar el metabolismo.

Empezaremos hablando de los cereales integrales. Hay variedad de panes, harinas pastas y hasta arroz de este tipo. Además de aportar fibra y los carbohidratos que necesitamos diariamente, estos alimentos hacen que la digestión no sea lenta porque le exigen al cuerpo mucha energía para ser procesados.

Alimentos que aceleran el metabolismo

Mientras que las frutas cítricas como la naranja, mandarina y toronja, por su alto contenido de vitamina C, reducen el desequilibrio de insulina en el organismo.

Según investigaciones realizadas en la Clínica Scripps en California, la naringenina que contiene la toronja ayuda al cuerpo a utilizar la insulina eficientemente, lo que hace que los niveles de azúcar estén balanceados.

La lechoza también debe ser incluida en la dieta porque mejora la digestión de las proteínas, mantiene el metabolismo y favorece la quema de grasas por la enzima que tiene llamada papaína.

Almorzar con pechuga de pavo o un trozo de salmón también ayuda. Las proteínas de carne magra y pescado estimulan la activación del metabolismo y el consumo de mucha energía.


Es importante tener en cuenta que el secreto para tener unbuen metabolismo es una dieta balanceada porque que un nutriente falte entre las comidas que ingerimos diariamente, puede hacer que se vuelva lento, debido a que el organismo no está recibiendo todo lo que necesita para funcionar eficientemente.

sábado, 28 de junio de 2014

¿Sabes los beneficios de los probióticos en tu dieta?


Alimentos probióticos y sus beneficios para el sistema inmunológico

Los probióticos son microorganismos con múltiples beneficios para la salud gastrointestinal y nuestro sistema inmunológico

Si te dijera que te tomaras una cucharada con bacterias vivas, ¿lo harías? Tal vez te suene raro pero las consumes mucho más de lo que piensas y lo mejor es que, ¡las necesitas y son benéficas para tu salud! Estos microorganismos habitan en nuestro intestino y constituyen lo que se denomina flora bacteriana. Pero, ¿para qué sirven? ¿dónde puedes encontrarlas?  ¡Sigue leyendo y conoce la diferencia entre probiótico, prebiótico y por qué son tan buenos para el sistema inmunológico!

Grandes aportaciones

Cuando nacemos nuestro intestino desarrolla un escudo protector formado por millones de bichitos (lactobacilos y bifidobacterias) que luchan contra las bacterias nocivas, ayudan a sintetizar las vitaminas, producen sustancias alimenticias como los carbohidratos, aumentan la absorción de calcio, hierro y magnesio, disminuyen los valores de urea en la sangre y bajan el colesterol malo.

"La microbiota es el conjunto de microorganismo que colonizan nuestro cuerpo, uñas, nariz, ojos, boca, cabello? En nuestro interior viven trillones de estas criaturas diminutas y, aunque están en todo nuestro organismo, el 80% se concentra en el tubo digestivo. Antes no se reconocía como órgano pero hoy se define como un órgano vital del cual dependemos, se trata de un es un ecosistema que tiene muchas funciones: se asocia al metabolismo de los alimentos, refuerza el sistema inmunológico. Un daño en la microbiota se asocia a enfermedades como el síndrome metabólico y obesidad", comentó en entrevista la Dra. Elisa Gómez, Investigador en Ciencias de la Salud en el Departamento de Gastroenterología del Instituto Nacional Salvador Zubiran.

Se comunican entre sí

Diversas investigaciones sugieren que la microbiota intestinal desempeña un papel mucho más importante que simplemente desconomponer los nutrimentos de nuestra dieta y producir vitaminas. Es esencial para la digestión y el bienestar gastrointestinal, al tiempo que permite que nuestro organismo siga funcionando con normalidad y ayuda a protegernos de enfermedades. Se ha demostrado que las bacterias pueden comunicarse entre sí y con las células del cuerpo a través de mensajeros químicos, un tipo de red social que les permite comunicarse saludos y advertencias.

Esta comunicación bacteriana es vulnerable debido a que se produce una lucha constante en nuestros intestinos entre las bacterias perjudiciales y beneficiosas. Para tener salud es necesario que las bacterias buenas ganen la lucha a sus enemigas. Con el tiempo, el estrés, una deficiente alimentación, infecciones mal tratadas (respiratorias, intestinales  o estomacales) y el uso constante de antibióticos se merma la población natural de probióticos.

Cuando se altera el equilibrio de la microbiota intestinal se otorga poder a las bacterias malas, provocando así trastornos digestivos. Cuando esto sucede, es necesario un mecanismo compensatorio a través de dieta saludable, alimentos funcionales (con probióticos añadidos), así como productos farmacéuticos.

Cómo trabajan

Los productos con probióticos están diseñados para que los bichos atraviesen la barrera gástrica y lleguen vivos al intestino, de esta manera podrán multiplicarse y proteger el organismo. ¿Cómo lo hacen? Una vez en el intestino, se adhieren al epitelio, logran reproducirse y con ello aumentan la acidez, lo cual impide que se desarrollen organismos dañinos. Desafortunadamente no se quedan de forma permanente, por lo que es necesario que se ingieran con regularidad.

"Los probióticos se encuentran en alimentos lácteos fermentados, yogurt y cápsulas. Aunque no es imprescindible consumir productos probióticos, sí te van a ayudar a mantener una flora normal. Personas con enfermedades como diarrea o colitis sí necesitan consumirlos, pero una persona sana que no los requiere por fuerza, también puede consumirlos porque no le van a hacer daño y por el contrario puede ayudarle", aseguró la doctora Elisa Gómez quien también fue presidente de la Asociación Mexicana de Nutriología.

Claves para mantener tu flora intestinal

¿Qué hacer para que las bacterias buenas ganen la batalla? Lo primero es cuidar tu alimentación:  una dieta rica, sana y bien equilibrada ayuda a mantener la microbiota intestinal en buen estado y con ello la salud gastrointestinal.

Las bacterias beneficiosas se desarrollan en un dieta baja en azúcar y rica en fibra, de modo que coma mucha fruta, verdura y cereales integrales. "De lo que más se ha investigado ayuda a la microbiota es la fibra, así como una dieta restringida en proteínas y evitar las grasas saturadas. Lo principal es la fibra porque esta se fermenta y produce ácidos grases que son el alimento de las bacterias buenas aminiácidos). Si consumes mucha grasa, por el contrario, proliferan bacterias que no son tan buenas", comentó la Dra Elisa Gómez.

Alimentos funcionales

Otra opción es mimar la microbiota con alimentos probióticos, productos que contienen bacterias buenas vivas y prebióticos que actúan como alimento para las bacterias buenas.

Levadura de cerveza, yogurt, jocoque y  leche fermentada son algunos alimentos en los que se han incorporado los probióticos. Un producto funcional debe contener, por lo menos, 10 millones de células viables por cada 100 ml, dosis ideal para aumentar las defensas naturales e incluso prevenir enfermedades como el cáncer de colon. Sin embargo, su efecto dependerá de la forma de consumo y el microorganismo utilizado.

El probiótico más común es el Lactobacillus acidophilus, el cual es responsable de la producción de vitaminas del complejo B (B6, B12), ácido fólico y otras sustancias nutritivas que ayudan a la digestión de la proteína de la leche (lactosa), producen antibióticos naturales y disminuyen el contenido de ácido fítico presente en la mayoría de las legumbres, cereales y semillas que dificultan la absorción de hierro, zinc y otros minerales. Además de hallarse habitualmente en forma de productos como yogurt y kéfir se encuentra a la venta en tiendas de dietética, en forma de líquido o cápsulas.

Otra ventaja del Lactobacillus acidophilus es que controla la candidiasis intestina, una levadura que habita en el tubo digestivo y cuya función es eliminar los restos de comida. Su papel es vital y no causa problema, salvo cuando se multiplica, porque puede dañar a nivel digestivo, bucal, urogenital y endócrino. Por ello se recomienda consumir Lactobacillus acidophilus a mujeres con infecciones vaginales.

Diferencia entre probiótico y prebiótico

"Pro significa a favor de y biótico es vida. El probiótico es el microorganismo que nos comemos para que colonice el tubo digestivo, siempre y cuando sea parte de la flora normal. El prebiótico es el alimento del microorganismo, hidratos de carbono que se parecen a la fibra soluble y vienen en alimentos como el agavo y los espárragos. Estos alimentos no se pueden digerir en elintestino delgado, pero llegan al grueso, se fermentan y producen ácidos grasos que son el alimento del probiótico", explicó la especialista

¿Todos podemos consumirlos?

Es ideal para todos aquellos que quieran favorecer el equilibrio de la flora intestinal, pero es especialmente benéfico para quienes han tenido o tienen tratamientos antibióticos, así como personas con problemas intestinales, ancianos, durante el embarazo y personas con intolerancia a la lactosa. Así que ya lo sabes, es momento de buscar productos con "bichitos amigables".



Mejora tu digestión con estos alimentos



Digerir bien es fundamental para mantener la salud intestinal y evitar molestias como la pesadez estomacal. Y algunos ingredientes pueden ayudarte a hacerlo de forma mucho más efectiva.

Así como las comidas copiosas, el exceso de grasa y ciertos alimentos pesados pueden hacer que a nuestro estómago le cueste mucho más digerir lo que comemos, existen otras alternativas que en cambio consiguen mejorar la digestión y hacer que nuestro cuerpo funcione de forma mucho más efectiva.

Tener una digestión eficiente es fundamental para eliminar efectivamente las toxinas de nuestro cuerpo, absorber los nutrientes y mantener una buena salud estomacal, por eso en Nosotras te recomendamos incorporar estos alimentos a tu dieta para mejorar la digestión.

Zumo de limón: se trata de uno de los mejores aliados para reducir las molestias digestivas, evitar la flatulencia y el estreñimiento, eliminar grasa y limpiar el colon. El zumo de limón ayuda a mejorar la digestión notablemente, por ello se recomienda consumirlo con un vaso de agua tibia y sin azúcar cada día en ayunas.

Frutos secos: debido a su alto contenido de fibra y ácidos grasos, estos alimentos son ideales para favorecer una buena digestión y hacer que nuestro estómago trabaje de forma mucho más efectiva.

La manzana: conocida por su poder para mejorar las funciones de nuestro estómago, esta fruta es también ideal para mejorar la digestión de forma efectiva.

Aceite de oliva: conocido por ayudar a lubricar el intestino y facilitar las deposiciones, se trata de una grasa saludable que mejorará tus funciones estomacales.

Agua: aunque no sea propiamente un alimento, el agua es necesaria para una buena digestión y también para un tránsito intestinal efectivo, por lo que nunca puede faltar en tu rutina diaria.

Suma estas alternativas a tu dieta y consigue una digestión mucho más efectiva.

Visión 20/20 con estos alimentos



Los recursos naturales que permiten el bienestar y la buena salud del humano son infinitos y los hay para todo, para mejorar la salud del corazón, el buen funcionamiento del sistema respiratorio, el sano cuidado del sistema digestivo…, y sí, también para mejorar la salud visual.

La sana alimentación permitirá que el proceso de envejecimiento se retrase e incluso se evite el deterioro de órganos vitales. Entre los alimentos que se deben incluir en la dieta cotidiana que contienen licopeno, luteína y ácidos grasos que permiten mejorar la vista, se pueden destacar:

- Pescados: los peces de agua fría como el bacalao, el atún y sardinas son ricos en ácidos grasos y omega 3, que proporcionan el soporte estructural de las membranas celulares, evitando la resequedad en los ojos.

- Naranjas: mantiene los vasos sanguíneos oculares sanos, reduciendo el riesgo de enfermedades como cataratas. La ingesta de 500 mg de vitamina C al día puede ayudar a disminuir la pérdida del sentido ocular y detener la progresiva degeneración macular, relacionado a la edad.

- Espinacas, acelgas, repollo y las verduras de hojas verdes: vegetales rico en carotenoides, específicamente la luteína, que particularmente protege la macula del sol y la luz ultravioleta.

- Huevos: alimentos ricos en cisteína, luteína, aminoácidos, y lecitina de azufre, que previene la aparición de catarata.

- Ajo, cebollas y alcaparras: alimentos ricos en azufre, que además de reducir el riesgo de sufrir cataratas, es necesario para la producción de glutatión, antioxidante importantísimo para conservar la buena salud de los ojos.

- Quinoa: la quinoa puede funcionar como sustituta de alimentos con índices elevados de carbohidratos refinados, y así, funcionar como reductor de riesgo de degeneración macular.

- Frutos secos: los frutos secos y las semillas son ricas en ácidos grasos, que además de reducir el colesterol, permitirán la estabilización de las membranas celulares.

- Frutas y verduras: contienen vitaminas A, C, E y betacaroteno que son excelentes para la visión. Las de color amarillos son las mejores para la salud ocular.

Alimentos para una sonrisa más bella



Los alimentos que forman parte de la dieta pueden promover o prevenir la formación de caries. Los lácteos, a la cabeza de los aliados de la salud bucal. Cómo consumirlos para potenciar su efecto.
Los minerales como el calcio y el fósforo, y las vitaminas, como por ejemplo la D, son los nutrientes esenciales para la formación y mantenimiento de las estructuras del organismo en general, y de los dientes y encías en particular.

La principal fuente de calcio son los lácteos (leche, yogur y quesos). La deficiencia de calcio produce por ejemplo enfermedad periodontal. Junto al calcio, el fósforo constituye la estructura de huesos y dientes. En los lácteos encontramos este mineral.

Con respecto a la vitamina D, hoy la industria alimentaria nos ofrece lácteos fortificados con calcio y vitamina D, y ésta es necesaria porque ayuda a la absorción del calcio.

Alimentos protectores

La caries dental es un proceso físico-químico de origen infeccioso que provoca la desmineralización del esmalte dental. Esta pérdida de minerales es consecuencia de la actividad de ciertas bacterias que colonizan la superficie del diente. Las bacterias fermentan hidratos de carbono de origen dietario y producen ácidos orgánicos que son los causantes de la desmineralización.

Cuando la lesión cariosa alcanza dimensiones importantes, ya no es prevenible sino solo tratable mediante los métodos de restauración. Como medida preventiva, lo más importante es evitar la formación masiva de cavidades cariosas. Algunos informes indican que las caries dentales y las enfermedades periodontales están entre las enfermedades bacterianas más frecuentes que afectan al ser humano.

Los alimentos que forman parte de la dieta pueden ser cariogénicos (“causan caries”) y son aquellos que contienen hidratos de carbono fermentables. Estos, al estar en contacto con los microorganismos de la boca, pueden causar una disminución en el pH de la saliva y estimular el proceso de las caries. Ejemplos son: bebidas carbonatadas, meriendas frecuentes (picoteo), dulces duros y pegajosos, medicamentos o vitaminas masticables con azúcar, hidratos de carbono fermentables (repostería, galletitas, dulces).

Hay alimentos anticariogénicos, y son aquellos que protegen la placa dental cuando se comen antes de los alimentos acidogénicos (disminuyen el pH de la saliva a 5.5 o menos). Ejemplos de estos son: el queso cheddar, el queso suizo (debido a la caseína, calcio y fosfato).

Los factores que modifican la cariogenicidad de los alimentos son la forma en que se lo consume, la consistencia, la composición, el orden de consumo y combinación de alimentos, y la frecuencia.

El exótico coco y sus beneficios


En esta época de sol y vacaciones es oportuno destacar las bondades de uno de los regalos de la naturaleza más saludables y deliciosos, el coco. El nombre coco proviene de la era de los descubrimientos, pues a los exploradores portugueses que lo trajeron a Europa su superficie marrón y peluda les recordaba a las historias sobre el Coco que se les cuenta en España y Portugal a los niños pequeños para asustarles. A continuación te presentamos 10 beneficios de esta exótica fruta.

10.- Tiene propiedades suavizantes. Razón por la cual se suela usar como ingrediente en bronceadores, champús, jabones, acondicionadores, bálsamos labiales

9.- Los cocos tienen un alto contenido en proteínas y son bajo en hidratos de carbono. Son también fuente de ácido fólico, de todos los tipos de vitamina B, y de minerales como calcio, magnesio y potasio.

8.- El coco es un alimento apropiado en la diabetes y la obesidad. Además puede utilizarse para combatir las lombrices y otros parásitos intestinales. Para ello, hay que comer una cucharada de coco rallado fresco en el desayuno todos los días, hasta finalizar la cura.

7.- El coco es diurético y laxante,estimula varios procesos del aparato digestivo,ayuda a eliminar el exceso de alcohol del organismo,aumenta las plaquetas y ayuda a combatir la enfermedad del dengue.

6.- El aceite de coco tiene propiedades calmantes y regenerativas, además de ser antioxidante, antibacterial y anti-hongos.

5.- La leche de coco es muy diurética e ideal para combatir la retención de líquidos, ya que tiene un alto contenido en fibra que ayuda con los problemas de estreñimiento.

4.- La pulpa de este fruto caribeño es rica en magnesio, calcio y fósforo y fortifica las uñas, el cabello y los dientes.

3.- Es muy bueno para prevenir las manchas cutáneas.

2.- El coco ayuda también al sistema nervioso y muscular.

1.- Estudios recientes vinculan al coco con tratamientos para diversas enfermedades, como neumonía y Alzheimer.

Veganismo ¿bueno o malo para tu salud?



El veganismo es una dieta libre de cualquier alimento producido por los animales
Cada vez son más los famosos que confiesan que son adictos a esta dieta

El veganismo, una dieta que cada vez tiene más seguidores y ya no son solo los amantes y defensores de los animales los que la siguen. Esta, como cualquier otra de las dietas que se ponen de moda son un debate para la sociedad que se pregunta si es saludable o no, si se debería de seguir o no.

Diversas instituciones alimenticias y expertos indican que el veganismo es muy saludable. La Academy of Nutrition and Dietetics indicó en 2009 que es buena para todas las personas, no importa la edad. Pero como todo, también tiene su parte negativa, ya que llevar un veganismo estricto produce la carencia de ciertos alimentos con nutrientes necesarios para nuestro organismo como el hierro, calcio y las vitaminas D Y B12. De todos estos nutrientes el que más necesita nuestro cuerpo es la vitamina B12, ¿por qué?. Esta vitamina está en la carne roja, totalmente prohibida para cualquier vegano o vegetariano, es la que ayuda al funcionamiento de nuestro cerebro y da fuerza al organismo.

¿Cómo toman la vitamina B12 los veganos y vegetarianos? A través de suplementos alimenticios que se encuentran en los filetes de tofu por ejemplo. Una dieta vegana es buena para nuestra salud, pero como todo, debe de realizarse en su justa medida.