Es importante mantener una alimentación balanceada que garantice
las calorías y los nutrientes necesarios para nuestro cuerpo, previniendo
enfermedades como sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes, lo que nos
permite disfrutar de una vida plena y saludable. Para esto se recomienda que a
la hora de servir la mesa incorporemos los diferentes grupos alimenticios
apoyándonos en el trompo de los alimentos.
Las
grasas forman parte de los nutrientes más importantes del cuerpo debido a las
múltiples funciones que cumple en el organismo. Algunos tipos de ellas nos
ayudan a mantener el corazón sano porque son parte de la membrana celular que
sirve como elemento trasmisor o conductor del impulso nervioso en el cuerpo.
Constituyen las grasas una rica fuente de energía, regulan la tensión arterial, son transporte de vitaminas y proteínas que favorecen el funcionamiento del sistema nervioso. Los especialistas recomiendan que su consumo no exceda las tres cucharaditas al día; esto debido a su aporte de calorías (9Kcal por cada gramo).
En el
trompo de los alimentos las grasas están ubicadas en la base, lo que quiere
decir que su ingestión, en comparación con otros grupos alimentarios, debe ser
moderada si queremos cuidar la salud.
Se
dividen en dos categorías: saturadas e insaturadas. Las primerass se encuentran
principalmente en los alimentos de origen animal como la mantequilla y la
tocineta. Se les considera “dañinas” porque elevan el colesterol malo y
ocasionan enfermedades cardiovasculares.
Al
contrario, las insaturadas son consideradas las “positivas” porque elevan el
colesterol bueno y protegen las arterias del corazón.
Las
fuentes principales de este tipo de grasas son el aguacate, el maní, el aceite
de soya, de girasol, de maíz, de oliva y canola. No obstante, los aceites
vegetales son “grasas buenas” en la medida en que se consuman en su estado
natural y con moderación. Por ejemplo, se pueden emplear como aderezo para
nuestras ensaladas. Estos mismos aceites se convierten en perjudiciales cuando
los calentamos para freír reiteradamente, por lo que se recomienda usar muy
poca cantidad.
OJO CON LAS GRASAS TRANS
Este tipo
de grasas son debido al resultado de la transformación industrial y se utilizan
en la preparación de productos de panaderías, tales como las papas fritas,
galletas, pasteles y chucherías saladas, entre otros.
Estas son
extremadamente perjudiciales para el corazón, son cancerígenas y debilitan el
sistema de defensa de nuestro cuerpo. Es importante consultar las etiquetas de
los alimentos para asegurarnos de llevar a casa aquellas que son libres de
grasas trans.
También
es importante reconocer que el colesterol y otras grasas que se almacenan en
las paredes de los vasos sanguíneos pueden tener un efecto negativo en la
salud. Estos depósitos bloquean la circulación de la sangre ocasionando
enfermedades o hasta la muerte.
Muchos alimentos “light” poseen 25% menos grasas que aquellos que no lo son, pero esto no significa que podemos abusar de su consumo.
Debemosreducir el consumo de productos lácteos, la yema de los huevos, y eliminar el
consumo de papas fritas, hamburguesas, chucherías, frituras y alimentos
industrializados.
Por su
parte, la ingesta de azúcar (contenido en la franja gris del trompo de los
alimentos) en cantidades excesivas, puede ser peligroso para la salud porque
desajusta los delicados mecanismos de regulación que permiten almacenar y
quemar los azúcares que, al ser consumidas en exceso, se transforman y acumulan
en grasas nocivas para nuestros cuerpos.
Una
nutrición apropiada debe ser guiada por hábitos alimenticios adecuados y tiene
vigencia durante cada día de nuestra existencia. Para ello debemos guiarnos por
tres parámetros fundamentales: variedad, calidad y consumo responsable, sin
exageraciones o exceso.
Para
mantener un cuerpo sano es indispensable consumir alimentos ricos en
nutrientes, realizando por lo menos tres comidas y ocho vasos de agua diarios y
ejercitarnos con regularidad.
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