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miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cambio de hábitos: el secreto de la eterna juventud

En 10 pasos simples, un experto nos cuenta cómo estar, sentir y vernos mejor. Las claves para llevar una vida saludable y vivir (¡bien!) muchos años.

La vida que llevamos hace que muchos suframos múltiples desórdenes de nuestros hábitos, tengamos estrés crónico con momentos de extrema ansiedad, falta de energía y un descuido de nuestro cuerpo. Y, lo peor de todo, la pérdida de interés por dedicarle más tiempo a buscar una alimentación consciente y saludable y a darnos más tiempo para la actividad física.

El tiempo -el gran mal del mundo moderno-, el sedentarismo, el acceso a las comidas rápidas y el consumo de bebidas saborizadas con exceso de azucares simples (muy dañinos porque aportan calorías huecas que dan energía que se agota rápidamente) y la constante repetición de una alimentación de mala calidad se suman a otros estimulantes como la cafeína, el tabaco, el alcohol, los almidones y las harinas -fuentes fáciles para recuperar energía, pero con gran costo porque dañan el metabolismo.

Por otra parte, la ingesta de grasas trans altera el equilibrio del metabolismo interno y el aumento del colesterol y de los triglicéridos, incrementa los riesgos de enfermedad cardiocirculatoria con aumento de la tensión arterial, aterosclerosis, infarto cardíaco y de  accidentes cerebrovasculares.

 Thinkstock Photos | Nutrición   

Desde jóvenes, y debido a esto, presentamos estados de sobrepeso, obesidad y de prediabetes y, en promedio, se declara diabetes entre los 45-50 años, algo que complica la salud demasiado tempranamente.

Al tomar conciencia y darnos cuenta de que esto no es vivir la vida sino padecerla. Es el momento, entonces, de medir parámetros de desgaste orgánico por mal manejo del estrés y de crear nuevos hábitos saludables para prevenir este acelerado envejecimiento. Desde la medicina antiedad o anti-aging se pueden corregir las deficiencias orgánicas.

Es en ese mismo instante cuando desafiamos al destino: si nos corremos de este estado de “mal uso” de la salud, al que por ignorancia estamos ayudando a empeorar, podemos torcerlo.

10 Tips para lograrlo

1-Evita el sedentarismo, realiza actividad física y no olvides consultar con un especialista.

2-Disminuí al mínimo la ingesta de azúcares simples.

3-Escapate a la comida chatarra.

4-Reduce el consumo de cafeína, alcohol y tabaco.

5-Evita los dulces y los carbohidratos (como el pan y las pastas).

6-Agrega cereales integrales a la dieta dado que aportan fibras que ayudan a combatir el sobrepeso.

7-Dormí las horas necesarias y trata de alcanzar un sueño placentero.


9-Cumplí con los correspondientes chequeos médicos.

10-¡Disfruta de la vida!

Para respetar el cuerpo del futuro hay que comer para vivir, para sanar, para activar y mantener nuestro sistema de defensas y dejar que nuestros génes tuerzan el destino y nos den un feliz estado de salud.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Vitaminas y minerales que aumentan la energía


Aumenta la energía de forma natural antes del invierno. Ahora que se acaba el verano y llega el bajón de la vuelta a la rutina necesitas una inyección de energía natural.

Todas las vitaminas y minerales están implicados de algún modo en la formación de energía y vitalidad, una alimentación sana es la mejor forma de tener energía.

Aquí tienes una selección de las vitaminas y minerales que por su función y en caso de carencias pueden provocar bajadas de ánimo y sensación de cansancio.

Vitamina B1

Es imprescindible para el metabolismo de los carbohidratos, la forma más sencilla de obtener energía de los alimentos. Se encuentra en los cereales integrales, la levadura de cerveza, germen de trigo, sésamo, las legumbres y los frutos secos.

Vitamina B3

Su carencia se relaciona con altibajos emocionales, se encuentra en los mismos alimentos que la vitamina B1 y en el queso, setas y pescados grasos como el bonito.

Vitamina B6

Imprescindible para el metabolismo de los alimentos, su falta provoca irritabilidad, sentimientos depresivos y cansancio. Se encuentra en los mismos alimentos que las vitaminas B1 y B3.

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Necesaria para formar nuevas células, su carencia se asocia a la depresión. Aparece en las verduras de hoja verde, levadura de cerveza, ternera, legumbres y frutos secos.

Zinc

Este mineral está implicado en multitud de sistemas enzimáticos. Se gasta rápidamente en situaciones de estrés psíquico o cuando sometemos al cuerpo a grandes esfuerzos físicos. Se encuentra en las pipas de calabaza, ostras y mariscos, frutos secos y legumbres.

Cromo

El cromo interviene en el control de la glucosa en sangre gracias a la insulina. La falta de cromo provoca una apetencia por los dulces y la sensación de ansiedad desequilibrio nutricional. El cromo se encuentra en la levadura de cerveza, germen de trigo y legumbres.

Magnesio

El magnesio está implicado en la formación del ATP y en la liberación de energía por la glucosa. También interviene en la transmisión del impulso nervioso a los músculos. Se encuentra en el salvado de trigo, chocolate, germen de trigo, frutos secos y cereales integrales.

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